"Relato de un principiante.
Hola, hace poco que visito este blog y me pareció muy morboso, desde entonces lo leo de vez en cuando. Quería compartir con vosotros mi primera experiencia...
Hace un año que tengo pareja estable, él proviene de experiencias mucho más liberales que las mías, yo prácticamente sin experiencia, por eso hemos ido muy poco a poco en el tema de las fantasías sexuales, pero avanzando, porque a ambos nos encanta el sexo y el morbo, aun teniendo claro que formamos una pareja sólida y comprometida con un proyecto de vida común.
Él me había contado alguna que otra fantasía relacionada con hacérselo en un cuarto oscuro o en un club de sexo... A mí al principio me provocaba mucho rechazo y celos, pero al final me decidí a sorprenderlo y hacer su fantasía realidad... Él tiene 50 años y yo 28. Yo más de tipo delgado, guapetón, medio fibrado, y el más “osete”, muy guapo, bien formado y peludo.
Fuimos a un club de sexo leather en Madrid. Nosotros centramos la fantasía en nosotros mismos, recreándonos en nosotros, generando placer de nuestro exhibicionismo y, especialmente yo, marcando los límites, con mi chico muy obediente. Él siempre me “pedía permiso” si alguien le iba a hacer algo, y se preocupa de si estoy a gusto y disfrutando con lo que estamos haciendo.
Empezamos a enrrollarnos con mucho morbo, llamamos la atención de mucha gente. Dimos nuestras vueltecitas, comidas de pezones, hasta que nos animamos a quitarnos las camisetas. Entramos en una sala en la que uno estaba pegándole una follada espectacular a otro, con 15 tíos alrededor. Le propuse a mi chico hacérselo igual, allí mismo, y él me dijo que se atrevía. Se bajó los pantalones y empecé a follármelo, nunca habíamos hecho nada con un tercero. Se acercó bastante gente con la intención de tocarme, incluido un tío bastante grande y atractivo. Pero lo que en realidad comenzó a darme morbo, un gran placer y excitación, fue que otros tíos, cuando yo los redirigía a él, pellizcaran o chuparan los pezones de mi novio mientras él se moría de gusto por ello. O que yo me bajara a chupársela y otros tíos le comieran los pezones mientras yo lo veía disfrutar desde abajo. Otros intentaban acariciarnos a toda costa... Ver sus ojos de placer y escucharlo gemir me puso a cien y empecé a correrme una y otra vez al verlo así (unas 6 veces en una hora). Él tiene unos pezones maravillosos, carnosos, peludos y sensibles, de los que dan mucho placer chupar y mordisquear. Hasta entonces habían sido propiedad privada mía, pero jamás imaginé (siendo celoso como soy) el morbo que me daría que otros tíos se lo chuparan y mordisquearan con gran deseo provocándole gran placer a él mientras yo se la chupaba o me lo follaba por detrás. En ocasiones su polla se hinchaba y yo se la chupaba sin descanso viéndolo gozar. En otro momento nos sentamos al lado de dos chicos que estaban muy calientes y animados en el tema de mamadas. Le pedí que mientras yo le tocaba los pezones él me pajeara y también tocara a esos chicos. Comenzó a hacerlo, y le pregunté que si le daba placer. Me contestó que mucho...
En fin, una experiencia muy excitante para ambos, que aunque no deseamos incorporarlo por norma a nuestra vida sexual, se repetirá cuando se de la ocasión y apetezca... No sé si os habrá gustado."
Hola, hace poco que visito este blog y me pareció muy morboso, desde entonces lo leo de vez en cuando. Quería compartir con vosotros mi primera experiencia...
Hace un año que tengo pareja estable, él proviene de experiencias mucho más liberales que las mías, yo prácticamente sin experiencia, por eso hemos ido muy poco a poco en el tema de las fantasías sexuales, pero avanzando, porque a ambos nos encanta el sexo y el morbo, aun teniendo claro que formamos una pareja sólida y comprometida con un proyecto de vida común.
Él me había contado alguna que otra fantasía relacionada con hacérselo en un cuarto oscuro o en un club de sexo... A mí al principio me provocaba mucho rechazo y celos, pero al final me decidí a sorprenderlo y hacer su fantasía realidad... Él tiene 50 años y yo 28. Yo más de tipo delgado, guapetón, medio fibrado, y el más “osete”, muy guapo, bien formado y peludo.
Fuimos a un club de sexo leather en Madrid. Nosotros centramos la fantasía en nosotros mismos, recreándonos en nosotros, generando placer de nuestro exhibicionismo y, especialmente yo, marcando los límites, con mi chico muy obediente. Él siempre me “pedía permiso” si alguien le iba a hacer algo, y se preocupa de si estoy a gusto y disfrutando con lo que estamos haciendo.
Empezamos a enrrollarnos con mucho morbo, llamamos la atención de mucha gente. Dimos nuestras vueltecitas, comidas de pezones, hasta que nos animamos a quitarnos las camisetas. Entramos en una sala en la que uno estaba pegándole una follada espectacular a otro, con 15 tíos alrededor. Le propuse a mi chico hacérselo igual, allí mismo, y él me dijo que se atrevía. Se bajó los pantalones y empecé a follármelo, nunca habíamos hecho nada con un tercero. Se acercó bastante gente con la intención de tocarme, incluido un tío bastante grande y atractivo. Pero lo que en realidad comenzó a darme morbo, un gran placer y excitación, fue que otros tíos, cuando yo los redirigía a él, pellizcaran o chuparan los pezones de mi novio mientras él se moría de gusto por ello. O que yo me bajara a chupársela y otros tíos le comieran los pezones mientras yo lo veía disfrutar desde abajo. Otros intentaban acariciarnos a toda costa... Ver sus ojos de placer y escucharlo gemir me puso a cien y empecé a correrme una y otra vez al verlo así (unas 6 veces en una hora). Él tiene unos pezones maravillosos, carnosos, peludos y sensibles, de los que dan mucho placer chupar y mordisquear. Hasta entonces habían sido propiedad privada mía, pero jamás imaginé (siendo celoso como soy) el morbo que me daría que otros tíos se lo chuparan y mordisquearan con gran deseo provocándole gran placer a él mientras yo se la chupaba o me lo follaba por detrás. En ocasiones su polla se hinchaba y yo se la chupaba sin descanso viéndolo gozar. En otro momento nos sentamos al lado de dos chicos que estaban muy calientes y animados en el tema de mamadas. Le pedí que mientras yo le tocaba los pezones él me pajeara y también tocara a esos chicos. Comenzó a hacerlo, y le pregunté que si le daba placer. Me contestó que mucho...
En fin, una experiencia muy excitante para ambos, que aunque no deseamos incorporarlo por norma a nuestra vida sexual, se repetirá cuando se de la ocasión y apetezca... No sé si os habrá gustado."
Un relato realmente caliente.
ResponderEliminarNos puedes decir el local y el día de la semana?
Eso y cuando piensan volver...
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